Las habilidades sociales son un conjunto de conductas aprendidas y necesarias que facilitan nuestra forma de interactuar y relacionarnos de manera efectiva y satisfatoria con el entorno. El proceso de interacción es un aspecto fundamental para el desarrollo emocional y social, ofreciendo bienestar a los demás y a uno mismo. El desarrollo de estas habilidades nos permiten:
Las habilidades sociales son un conjunto de conductas aprendidas y necesarias que facilitan nuestra forma de interactuar y relacionarnos de manera efectiva y satisfatoria con el entorno. El proceso de interacción es un aspecto fundamental para el desarrollo emocional y social, ofreciendo bienestar a los demás y a uno mismo. El desarrollo de estas habilidades nos permiten:Interactuar tomando en cuenta a los demás y a uno mismo.
1. Resolver problemas y prevenir dificultades sociales.
2. Expresar sentimientos, deseos, opiniones y derechos de forma adecuada.
3. Mantener interacciones sociales adecuadas en los diferentes ámbitos de nuestra vida (laboral, familiar, conyugal, etc.).
4. Respetar y brindarle valor a nuestras necesidades y a las de los demás.
La familia tiene un rol fundamental en el proceso de socialización, en donde los padres establecen normas y valores que buscan transmitir a sus hijos como parte de la crianza. De esta manera, en el ámbito familiar se van constituyendo una serie de competencias sociales que permitirán mejorar la forma de interactuar con quienes nos rodean, tales como: la autoconciencia, la solución de problemas, la asertividad, el autocontrol, la motivación y la empatía, entre otras. También podrán aparecer dificultades ante las cuales debemos estar atentos.
Algunos indicadores de dificultades en el desarrollo social:
1. Dificultad para expresar sentimientos y deseos.
2. Reaccionamos de forma muy agresiva o pasiva.
3. Nos resulta complicado relacionarse de forma adecuada.
4. No generamos facilmente alternativas de respuesta ante situaciones de conflicto y no logramos valorarlas en función a las posibles consecuencias.
5. Nos cuesta tomar decisiones y planificar acciones.
6. Dificultad para evaluar nuestra propia conducta.
7. Nos cuesta aprender de los errores.
8. No logramos daptarnos a cambios y/o situaciones.
Sin embargo, siempre tendremos oportunidad de desarrollar nuestras habilidades sociales. A continuación podrás conocer 8 Claves para desarrollarlas.
1. Busca oportunidades para realizar actividades grupales como: talleres, reuniones, deportes, entre otras.
2. Pon en práctica modelos sociales adecuados como: conductas de cortesía, respeto, comprensión, solidaridad, entre otras.
3. Valora los aspectos positivos que tienes y que percibes en los demás.
4. Crea un ambiente estable en el hogar, positivo y confiable, donde todos los miembros de la familia se sientan seguros.
5. Aprende a identificar y aceptar tus emociones mientras las experimentas, tanto las agradables como las desagradables. Es importante practicar para poder expresarlas de una manera asertiva.
6. Detecta las señales corporales de tu emoción, éstas nos informan respecto a nuestros pensamientos y emociones y su intensidad. Cuando sientas que una emoción es muy intensa, es mejor realizar una pausa antes de responder a la situación que nos desagradó.
7. Identifica situaciones en las que puedes haber exagerado tu conducta por emociones intensas y reflexiona respecto a lo que te incomodó, cuál fue la razón, cómo reaccionate, cómo se habrán sentido los que estuvieron alrededor.
8. Ante un error, piensa en respuestas alternativas más apropiadas y trata de ponerlas en práctica.
Recuerda: Las habilidades sociales son respuestas aprendidas, no son rasgos de la personalidad; estas nos permite iniciar y mantener una interacción positiva con los demás, siendo escenciales para el desarrollo socioemocional.